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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Silva arromanzada de la soledad*
Ando sutil camino,
luz que entra
en la ventana.
Valles, veredas con jamargos blandos,
luz que entra
por la sala.
Transparente el estanque,
un corazón que me inspira alma clara.
Con la luz tenue brilla nuestra luna,
y a tu calor se queman leño y brasa.
Luz que entra por la puerta,
no escapes con tus alas.
No está la oscuridad invadiéndome,
la música de un vals que me relaja,
la música de un vals positivista.
No me dejes quebrada,
tus violines me tocan
Con mis enfermedades apenadas,
Con quejas desvalidas,
Con quejas tan armadas.
Guárdame ante la muerte,
guárdame ante
la cama.
Aunque quisiera morir antes,
aunque quisiera hundir
las anclas,
para no verme sola
en la cumbre de la alborada
¡no, no, no a solas!
¡no, no, no, ya
sin alas!
¡no, no, no estando a solas!
*Encarnación Sánchez Arenas
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