Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 40. Primavera-2015

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Compañía nocturna de tu cuerpo

Verde

Zurito

Hoy, más que nunca

Licor, frambuesa y pipermint

Cruza las nubes valiente

Las campanas de la muerte

A ti, mujer

Me asomé a la puerta

Me quedé embarazada

Bajo las sombras del asombro

Cuanto más se ama, más se sufre

La historia de su amor por nosotros

Los nudos de la existencia

Me alimento de los recuerdos, pero me sacio de Dios

Nuestra existencia no existe sin amor

Oración de un caminante


Colaboraciones

Aforismos

Huerto


Noticias

Premios de poesía abril-junio 2015


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Los nudos de la existencia*


 

No es suficiente con vivir, se debe también amar.

No es suficiente con caminar, se ha de también querer.

No es suficiente con ser, uno ha de estar con otros.

Tampoco será suficiente morir, sin haber vivido.

Que la vida es trascender en lo eterno y recuperar la luz.

 

Nada es necesario en este mundo,  únicamente el amor.

Nos creemos ser más de lo que somos porque somos nada.

Pensamos en llegar a la cima y no alcanzamos el sol.

Maduramos tarde y fructificamos en lo efímero.

Como si la valía se encontrase en unir y en reunir  lo fugaz.

 

Si una vida trabajada es una existencia vivenciada;

de igual modo, una vida perezosa es una muerte ganada.

Para crecerse de ideas, hay que creerse alma y recrearse.

Mejor hacer algo para sentirse alguien por sí mismo.

Porque nadie puede caminar por otro, ni vivir por ti.

 

Somos insustituibles y tan únicos como irrepetibles.

Cualquiera es lo que quiera ser con tal de cultivarlo.

Quizás mañana pueda ser demasiado tarde.

Sabed que no hacer el bien es atesorar el mal.

Y que por un mal corazón, hasta el aire deja de ser aire.

 

Sin aire los mismos sueños se duermen y se olvidan.

Todo se destruye hasta la misma presencia de Dios.

Nada respira y la existencia se vacía en el vacío.

Necesitamos al Creador para que nos asista

y nos recuerde que somos parte de sí, su eterno poema.

 

Él nos vive y nos redime cada noche y cada día.

Es lo más evidente y a la vez lo más profundo.

Es lo más misterioso y la vez lo más místico.

Es lo más de lo más puro, entre lo visible y lo invisible.

No temo a Dios por ser Dios, temo al hombre por ser hombre.

 

                 *Victor Corcoba Herrero, 28-febrero-2015.

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