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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Rapsodia matutina*
Oscura y fría la mañana, una mañana
invernal.
Inclemente, el despertador dispara
su monotonía musical.
Párpados de plomo, indecisión,
fatalidad.
Noche, amiga noche, la noche
para soñar,
sigue hablando con la luna para volver
a soñar.
Las sábanas tibias, ardiente
el amor,
suaves susurros, caricias,
calor,
no quiero, no puedo, me invade
el sopor,
seguiré soñando buscando
el amor.
Al tercer aviso,
¡maldito reloj!,
la carne se tensa, te infundes
valor,
el momento heroico, ya,
se consumó,
la ducha caliente, que
me despejó,
me dejó sin sueños, sin sueños
de amor.
La noche se fue, ilumina
el sol,
vuelves a la prisa, vuelves
al rumor;
la vida comienza, nuevo
amanecer,
la noche termina para
renacer
y seguir soñando, alegre
aventura,
en tanto la noche juega con
la luna.
*Francisco Teva Jiménez.
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