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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Tu acracia*
Hoy he mirado en el buzón
de las cartas que nunca se envían
y seguía la tuya, sin franquicia,
sin cerrar, apenas una línea escrita
trazada desde la intransigencia
de una política estúpida y degenerada,
rebosante de egoísmo y tozudez.
Ayer tuve la esperanza
de que tus manos rebosarían
una caricia delicada en mi alma
y que tus brazos burdamente tatuados,
dejarían caer un néctar de paz
sobre el corazón fatigado.
Pero nunca fuiste capaz de eso,
de abrir un solo día tu ventana
y dejar paso a la brisa silenciosa.
Te regodeas en el huracán
de unas mentiras que dices creer
y en una acracia, ni tan siquiera
mínimamente generosa y sutil.
Antepones tu credo a cualquier cosa
y mientras, un pétalo de una flor
casi marchita, cae con pereza
al asfalto, en su último viaje
por la vida.
*Juan Carlos García-Ojeda Lombardo.
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