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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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No hay sol sin sombras*
Tenue es la luz de los acantilados urbanos.
Tenue es la luz de las campiñas taciturnas.
El sol entre nubes anaranjadas se despide con el crepúsculo.
Luz de luna sin sombras.
Luz de luna sin hoquedad, sin corporeidad.
Parece que en la noche no existen cuerpos visibles.
Parece que en la noche deambulan sonámbulas las farolas.
Las luces amarillentas de las farolas son rectilíneas
en la ciudad sin sombras.
Las luces blanquecinas de la luna son redondas
en la campiña sin sombras.
No hay sol sin sombras.
No hay ruidos en la ciudad nocturna,
únicamente una sirena de ambulancia,
únicamente el camión de la basura,
llenas y llenos de dolor,
de seres humanos que se trituran y se consumen.
No hay ruidos en la campiña nocturna,
únicamente un búho que amenaza de miedo,
de almas que deambulan espiritualmente.
No hay sombras en la noche.
Todo es rectilíneo en la ciudad
como los cristales de las ventanas.
Todo es redondo en la campiña
como las hojas onduladas de los árboles.
*Encarnación Sánchez Arenas
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