Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 36. Primavera-2014

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Fantasías sobre el algarrobo

Haikus alfanuméricos

Minerva

Soñando

Primavera

Sueño 283

¿Cómo ocurren los milagros?

Quien soy

Un defecto genético

El amor supera el tiempo

El entusiasmo

Hacia el encuentro

La melancolía del viaje

La primavera llena las lagunas de la ignorancia

Pensar en lo que soy

Por el camino del ascesis

Salió la bella trucha cimbreante

Aquel día

Sentido eterno

Alegría de amar

Luces

Puedo

 


Colaboraciones

Lluvia


Noticias

Premios de poesía abril-junio 2014


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El amor supera la prueba del tiempo*


   

El amor no es sólo un sentimiento de ida y vuelta.

Es una experiencia de luz entre el ser y el no ser.

Entre el ser que ama y el no ser que sueña ser amor.

 

No somos nada sin amor, sin amor no somos nadie.

Somos el amor como respuesta, la expresión del deseo.

El argumento por el que reconducimos nuestra vida.

 

Es este amor el que nos supera y transforma por dentro.

Es este amor el que nos mantiene vivos para siempre.

Es este amor un amor viviente, que jamás concluye.

 

Tenemos que aprender a vernos en esa eternidad.

A reencontrarnos en ese cruce de bondades y virtudes.

Y a dejarnos ver por los profundos ojos del alma.

 

Entonces aprenderemos a discernir con una mirada.

Advertiremos, las que son caricias y las que son espadas.

No hay velo que pueda encubrir el amor donde lo hay.

 

Porque vivimos del querer y el querer lo es todo.

Crecemos con el amor y ascendemos amando.

Es la voluntad la que nos mueve a ser lo que somos.

 

En todas las cosas parece existir el amor como aliento.

Será oportuno callar  y dejar que hablen las pasiones.

Porque renunciar a ellas, es como desgarrarse el corazón.

 

Uno no puede destrozarse a sí mismo una parte viva.

Sería como destruir los deseos y desmoronar el camino.

Los viajes interiores son los únicos que nos hacen reposar.

 

Sabemos que no hay otra ley más ley que la del amor.

Que no hay otra vida más vida que la vivida para donarse.

Más allá de nuestro yo, hay una llama que nos llama.

 

Son los silencios del creador que nos invitan a escuchar.

Nada se resiste a su llamada, hasta las piedras sienten.

Todo se sostiene por amor y todo se sustenta del amor.

 

Hasta lo que no existe puede existir mañana por amor.

Cuando el amor nos toca, se iluminan los ojos de la vida.

Es el mano de Dios que nos vive,  delante va su AMOR.

 

Y así, todo se escribe y se circunscribe al pulso del creador.

No podría creer en un amor que no me comprendiera.

Tampoco podría vivir si Dios no poblase mi existencia.

 

Superada la prueba del tiempo con sus evidencias,

nos quedará el amor como testigo, y será quien se ocupe

de revivir el poema que está dentro de nosotros mismos.

 

          *Víctor Corcoba Herrero, 28 de septiembre de 2013.

 

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