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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Un defecto genético*
Un defecto genético distinguió la especie humana sobre el resto de los animales.
Un defecto o más, alteró su esencia y le hizo un día levantar su mirada.
Un defecto que la persigue per omnia saecula seculorum.
Un defecto que la eleva sobre los demás seres.
Un defecto que la hunde en deberes.
Es un defecto a su vez de la Naturaleza que contra ella se vuelve con ciega saña.
Es un defecto que al propio hombre y mujer ya de ayer y de hoy extraña.
Es un defecto que al propio tiempo la instruye en arduos saberes.
Es un defecto que le hace pensar sobre su invisible alma.
Es un defecto que la ensalza y a la vez la engaña.
Un defecto que está en nuestras entrañas.
Un defecto que como tal, le hace pensar que es perfecta.
Un defecto que como tal, arrasa y va cada vez más penetrando en el ser.
Un defecto que como tal, en todo momento y lugar, traspasa los limites de la Naturaleza.
Es un defecto por el que tienen puesto precio nuestras cabezas perfectamente atrofiadas.
Es un defecto que afecta a la Tierra y me aterra pensar que no nos podemos salvar.
Es un defecto con el que no podemos luchar porque él mismo nos manda.
Es un defecto provocado por un acto o por un germen primigenie.
Yo eso no lo sé.
Lo que sé, es que terminará acabando con nuestras esperanzas y con nuestra suerte.
No importa lo que hagamos porque ya está todo decidido.
Está todo escrito en nuestros genes.
Estamos abocados sin remisión a la extinción y al olvido.
Estamos pensando qué podemos hacer para librarnos y salvarnos.
Nos estamos engañando a mansalva por defecto.
Todo esto es un fallo tremendo.
Pero mientras sucede, podemos amarnos.
¡Seguro que el amor mejora la suerte de nuestra especie!
*Juan Cobo Serrano - Jaén, 04/04/2013.
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