Claustro Poético Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 28. Primavera-2012 Asociación Cultural Claustro Poético
Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero |
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Análisis métrico de un poema cervantino de José Hierro*
Poema cervantino de José Hierro titulado “Don Quijote trasterrado” del libro de Luis García Montero La poesía señor hidalgo: antología de poemas cervantinos, página 221:
DON QUIJOTE TRASTERRADO A Eulalio Ferrer, viejo amigo, Quijotesco y trasterrado He aquí el reverso del tapiz. La vida tiene el mismo vellón en igual rueca. Esta es la Mancha aquella, vasta y seca, aunque hoy está de flamboyán vestida.
Sangra el ocaso por la misma herida. Quema el cura –el chamán- mi biblioteca. Hoy los gigantes son de piedra olmeca. Ayer, de cal y de viento sin brida.
Ya no cabalgo, sino en Clavileño. Rocinante era real, y esto es un sueño soñado en el fanal que el tiempo empaña.
Y aquí estoy, destiempado, en duermevela, soñando con Malinche de canela, mi Dulcinea de la Nueva España. He aquí el reverso del tapiz. La vida Hea-quíel-re-vér-so-del-ta-píz-la-ví-da (2, 4, 8: sáfico) tiene el mismo vellón en igual rueca. tíe-neel-mís-mo-ve-llón-en-i-guál-rué-ca (1, 3, 6, 9, 10: heroico) Esta es la Mancha aquella, vasta y seca, És-taés-la-Mán-chaa-qué-lla-vás-tay-sé-ca (1, 2, 4, 6, 8, 10: heroico, sáfico) aunque hoy está de flamboyán vestida. aun-quehóy-es-tá-de-flam-bo-yán-ves-tí-da (2, 4, 8, 10: sáfico) Sangra el ocaso por la misma herida. Sán-grael-o-cá-so-por-la-mís-mahe-rí-da (1, 4, 8, 10: sáfico) Quema el cura –el chamán- mi biblioteca. Qué-mael-cú-rael-cha-mán-mi-bi-blio-té-ca (1, 3, 6, 10: heroico) Hoy los gigantes son de piedra olmeca. Hóy-los-gi-gán-tes-són-de-pié-draol-mé-ca (1, 4, 6, 8, 10: heroico, sáfico) Ayer, de cal y de viento sin brida. A-yér-de-cál-y-de-vién-to-sin-brí-da (2, 4, 7, 10: dactílico) Ya no cabalgo, sino en Clavileño. Yá-no-ca-bál-go-sí-noen-Cla-vi-lé-ño (1, 4, 6, 10: heroico) Rocinante era real, y esto es un sueño Ro-ci-nán-teé-ra-reál-yés-toés-un- sué-ño (3, 4, 6, 7, 8, 10: heroico, sáfico) soñado en el fanal que el tiempo empaña. so-ñá-doen- el-fa-nál-queel-tiém-poem-pá-ña (2, 6, 8, 10: heroico) Y aquí estoy, destiempado, en duermevela, Ya-quíes-toy-des-tiem-pá-doen-duer-me-vé-la (2, 6, 10: heroico) soñando con Malinche de canela, so-ñán-do-con-Ma-lín-che-de-ca-né-la (2, 6, 10: heroico) mi Dulcinea de la Nueva España. mi-Dul-ci-né-a-de-la-Nué-vaEs-pá-ña (4, 8, 10: sáfico
Los versos de José Hierro son endecasílabos y ejemplo de versificación regular silábica. El recuento silábico, aparte de las sinalefas indicadas, presenta el caso de la sinéresis del verso 10 (real). Merece un comentario la calificación que hemos dado al ritmo acentual de cada uno de los endecasílabos. El endecasílabo, como verso simple de arte mayor, exige algún acento en posición fija del interior. Tradicionalmente se ha pedido que al menos lleve acento, además de en la décima, en la 6ª (endecasílabo a maiori o heroico) o en la 4ª y 8ª (endecasílabo a minori o sáfico; caso especial es el de la variante de este tipo, con acento en 4ª y 7ª, llamada endecasílabo dactílico como es el caso del verso 8: /Ayer, de cal y de viento sin brida./.Esto no quiere decir que no pueda llevar otros acentos, que cuando caen en sílaba par refuerzan el carácter yámbico fundamental del endecasílabo y son acentos plenamente rítmicos. Es antirrítmico el acento de la sílaba 9ª del verso 2: /tiene el mismo vellón en igual rueca./ Es antirrítmico también el acento 1º del verso tercero: /Esta es la Mancha aquella, vasta y seca,/. Hay también acentos antirrítmicos en 3ª y 7ª sílabas del verso 10: /Rocinante era real, y esto es un sueño/. Los versos tienen terminación llana siempre. Existe un encabalgamiento entre el verso 10 y 11, se trata de un encabalgamiento sirremático formado por un sirrema de sustantivo + adjetivo: sueño/soñado. La rima consonante presenta la peculiaridad de ser consonante imperfecta en el caso de rueca en el verso 2 y de sueño en el verso 10, en estos dos casos la terminación –eca y –eño va precedida de la semiconsonante u en diptongo. El esquema de distribución de la rima es A B B A A B B A C C D E E D
-VOCABULARIO: -vellón: Conjunto de la lana de un carnero u oveja que se esquila. -rueca: Instrumento que sirve para hilar. -flamboyán: Árbol de la familia de las Leguminosas, oriundo de la India, que en el verano echa flores de color rojo anaranjado en ramillete. -chamán: Hechicero al que se supone dotado de poderes sobrenaturales para sanar, adivinar, invocar espíritus, etc. -olmeca: Antiguo pueblo que habitó una zona en torno al golfo de México. Perteneciente o relativo a este pueblo. -brida: Freno del caballo con las riendas y todo el correaje que sirve para sujetarlo a la cabeza del animal. -fanal: Cada uno de los grandes faroles que colocados en la popa de los buques servían como insignia de mando. -destiempado: A destiempo. -duermevela: Sueño ligero en que se halla el que está dormitando. Sueño fatigoso y frecuentemente interrumpido. -Malinche: De Malinche, apodo de Marina, amante de Hernán Cortés, 1485-1547.
-VOCABULARIO del libro de César Vidal titulado Diccionario del Quijote: la obra para entender uno de los libros esenciales de la cultura universal, con más de 3.000 entradas y referencias. Incluye un análisis completo sobre su dimensión histórica, cultural y lingüística: -Clavileño: Clavileño, el Alíjero: Caballo que debe su nombre al hecho de que está formado de madera (leño) y a que sus supuestos movimientos voladores son controlados por medio de una clavija (II, 40). En realidad, no se trata sino de una de las burlas a las que someten los DUQUES a don Quijote y Sancho Panza (II, 41) puesto que les obligan a montar en él y a creer que han realizado un viaje por los aires. Pese a todo, don Quijote afirmará que en su vida ha “subido sobre bestia más reposada ni de mejor paso que Clavileño” (II, 44). -Rocinante: El caballo de don Quijote. Aunque en el prólogo de la primera parte el DONOSO POETA ENTREVERADO le dedique un poema en el que le convierte en “bisnieto del gran Babie- “, el caballo del Cid y aunque don Quijote lo compare muy favorablemente con los caballos más famosos de la historia (I, 1) lo cierto es que su lastimoso estado resulta proverbial ya que “tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de Gonela” (I, 1). No es extraño, por lo tanto, que Rocinante constituya uno de los recursos cómicos utilizados con más pericia durante la primera parte de la obra. Así la caída de Rocinante cuando su amo carga montado en él y su encaprichamiento de una yegua acabaran con el apaleamiento de su amo y de Sancho, su escudero. Esta segunda aventura, de hecho, será citada como una de las más celebradas de la primera parte (II, 3). Por el contrario, en la segunda, mucho más elaborada como obra de creación, el papel de Rocinante queda limitado a ser un aditamento casi de atrezzo en las aventuras de don Quijote aunque junto a éste, Sancho y su rucio formará el cuarteto que, de regreso a la aldea, provocará los gritos de los muchachos que los reciban (II, 73). -fanales: Faroles que en número de tres servían de insignia de la nave del jefe de la flota: “bogando en la capitana de los tres fanales” (I, 39). -Dulcinea: El personaje en el que la locura de Don Quijote trasmuta a Aldonza Lorenzo, una labradora de la que estuvo enamorado de joven. De ojos verdes (II, 11), de castiza ralea (I, 52, versos finales), de rejo y voz impresionantes (I, 25), su nombre “músico y peregrino y significativo” (I, 1) corresponde a “la que merece ser señora de todo el Universo”. Por ella acomete don Quijote todo género de aventuras, se somete a la penitencia en Sierra Morena y por su desencantamiento estará dispuesto a arrostrar los riesgos que constituyen, en buena medida, la segunda parte de la novela. Dulcinea constituye un claro símbolo del amor que refina, purifica y sublima el objeto amado pero, a la vez, que por su propia belleza virginal resulta inalcanzable e imposible. Es el sueño que nunca se hace realidad pero que, a la vez, permite vivir la existencia cotidiana con limpieza de alma y pureza de corazón. En este sentido, no deja de resultar significativo que don Quijote –incluso después de recuperar la cordura- no renuncie jamás al amor que ha sentido por una campesina a la que transformó en su señora Dulcinea. -Nueva España: Nombre dado a Méjico por los conquistadores españoles. De hecho, el cargo que desempeñó Hernán Cortés fue el de capitán general de la Nueva España y mar del Sur. Constituida esta región como virreinato en 1535, comprendía las Audiencias de Méjico, la Española (Veracruz, Cuba y Puerto Rico), Nueva Galicia y Guatemala. Allá se dirige desde Sevilla el OIDOR, pariente del CAUTIVO (I, 42). *Encarnación Sánchez Arenas.
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