Tú serás para siempre

Mi más dulce recuerdo.

Y es que he vuelto a mirarte

Como tú eras de niño.

Una estrella brillante

Y la luna en el cielo,

Alumbrando la noche

Señaló tu llegada.

Noche Buena.  Muy buena noche,

Repicó la campana,

Y siguió repicando

En el fondo de mi alma.

La alegría fue inmensa.

La noticia, rotunda:

“Es un niño!”, me dijo,

el Doctor Orellana.

Fue feliz el instante

De tenerte en mis brazos.

¡Un botón!  ¡El primero

de mi regio jardín!

Y creciste en los años

Cual un roble robusto.

Diste todo lo bueno

Y lo hermoso de tu alma.

Este día, mi niño,

Yo te tengo en mis brazos

Y te arrullo y te beso

Y te adentro en mi pecho,

Donde nada, ni nadie,

Osará hacerte daño:

Sé que un Angel te cuida

Junto al Niño Jesús.

Tú serás para siempre

Mi más dulce recuerdo,

Mas la luna no brilla

Porque tú ya no estás.

En la tarde sombría

En la noche de insomnio,

Como un Ángel del cielo,

A mi lado estarás.

                              *Marina de la Cueva

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