Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 68. Primavera-2022

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinador: Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Ánfora de inocencia continuada

Esa mirada perdida

Asomado al balcón

Soneto XXI

Soneto XXII

Soneto XXIII

Desmesura (video-poema)

Diatriba (video-poema)

Alegoría la farola (vídeo-poema)

Alianzas

Dejémonos fortalecer el alma

Después de este martirio

El calvario de Jesús vive hoy

Un pasaje del espíritu

La poética viviente

Nuestro gran amor está en la cruz de Jesús

Este poema

Las prisas

 


Colaboraciones

Desequilibrado


Noticias

Certámenes de poesía abril-junio-2022

 


Colaboran en este número

 


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Dejémonos fortalecer el alma*


 

(Hay un invisible poema en nuestro interior,

que nos palpita perennemente, y nos dice:

que nuestro espíritu es Dios mismo viviendo en nosotros)

 

 

El aire está lleno de lágrimas,

y sobre el cielo hay suspiros,

que piden nuestro consuelo.

¡Vayamos al Crucificado!

 

Dejémonos consolar por Dios,

fuera actitudes resentidas,

vaciemos el corazón amargo.

¡Caminemos con el Crucificado!

 

Vivir en los lamentos es morir,

y aunque el agonizar es parte

del tránsito, gocemos de las llagas.

¡Siempre junto al Crucificado!

 

Cojamos la fortaleza de Jesús,

pongamos ánimo en el andar,

laboremos  el amor con el amar.

¡Como hizo el Crucificado!

 

Que el paso por este mundo,

ha de ser un paseo hacia la luz,

un trascender de éste al Padre.

¡Oh Cristo Crucificado y Victorioso!

 

Nadie se excluya del reino

de la poética, absolutamente nadie

se encierre en su abandono.

¡Refuerce nuestra fe el Crucificado!

 

Sin arrepentimiento nada se es,

y en esa nada el alma se ahoga,

pues morir en Cristo nos redime,

¡es el camino hacia la Resurrección!

 

Fortalecido el espíritu, estando

cerca del Redentor, todo se llena

de paz, todo se crece y se recrea.

¡Oh buen Jesús, vivifícanos!

 

Porque en la cruz todo es belleza,

sus brazos nos piden abrazarle,

pues la ternura es lo que nos vive.

¡Y así, en la hora de la muerte, ven!

 

También ahora nos renace cada día,

al contemplar cara a cara su rostro,

pues el rastro de su verso no fenece.

¡A ti quiero volver con el alma latiendo!

 

                *Víctor Corcoba Herrero, 18 de mayo de 2019.

 

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