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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Oscura sala*
(A Antonio Espinosa)
Te empeñaste en crear
una probeta de luces tenues,
en esa oscura sala
donde dormitabas,
con tus quitas y versos adustos.
Mirabas siempre la vida con corrección,
como si quisieras pasar de puntillas
por esa herida,
que laceraba el alma y el corazón,
y dejaba, a pesar de todo,
en tu angulosa cara,
un halo de sonrisa.
Te inspirabas en tu voz,
barítono y dechado de gravedad.
Así, hasta cuando, en medio de tu lumen,
sonabas solemne por teléfono
y se presentía tu emoción,
como aquella otra vez,
que te sentiste niño
en el vergel más vetusto de Jabalcuz.
Cuando cesarán, Antonio, estas derramas?
Acaso no están las cenizas, rebosadas
de elegías?
Y es que te empeñabas en crear
un verso tan entendible
que alguien, de otro lado,
quería oírtelo recitar
cuando el silencio
abarcaba el todo
en esa oscura sala
*Juan Carlos García-Ojeda Lombardo.
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