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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Aquella noche*
A nadie le hubiera gustado
salir solo en aquella noche,
cuando más risas atronaban las esquinas,
y el alcohol corría desbocado
a lomos de un animal onírico
saciado de su ansia alucinógena,
en aquel viaje a ninguna parte,
donde todo se entrelazaba y las conversaciones,
eran una rara mezcolanza de lenguas de amor
con proclamas técnicas, de dudosa progresía.
Quería sujetar a la generación que se va,
en un intento banal y desesperado
de actualizar la conciencia del tiempo,
como si la flor expeliera un aroma eterno
y las entrañas libaran en las esencias
de la fuente saludable de la curación.
Pero, sabía que nos habíamos perdido
en un laberinto de rostros inexpresivos,
y que la saturada luminiscencia de los bares,
no nos dejaría ver una sola estrella.
No había duda que estábamos extraviados,
y que nuestra generación andaba sola
por una calzada a ratos seca,
a ratos mojada.
*Juan Carlos García-Ojeda Lombardo.
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