Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 50. Otoño-2017

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinador: Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Retorno a la piedra

Banderías de hoy

Aromas del camino

Imagen luminista

Siempre navego

Réquiem

A mis abuelas María Loreto y Ramona

Cantad y bailad

Bajo las sábanas del cielo

La preciosa mirada de un preciso momento

La realidad que me circunda

Llámame alma para ser vida

Mi alma te ansía, Señor

No me digas cuánto, sino cómo

Reniego de toda pobreza intelectual

Caracol que sueño sobre una cosa que mata

Deja que hable Ezra Pound

The Swand


Colaboraciones

Viejo

Las buenas personas no son envidiosas

La Suite Francesa


Noticias

Certámenes de poesía octubre-diciembre-2017


Colaboran en este número


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Llámame alma para ser vida*


 

Somos amor y somos vida,

y en esa vida hemos de ser luz,

y en ese amor hemos de ser árbol,

y en ese árbol hemos de ser nido

que anida pasiones,

pues si vital es el sosiego

para crecerse y recrearse,

más trascendente

es el entusiasmo de vivirse

cada día en cada noche,

porque sí,

porque somos el reflejo de Dios.

 

De un Dios creador de existencias,

pues por su creatividad

caminamos con el pensamiento vivo,

por Él vivimos y cohabitamos,

evolucionamos hacia el ser de las cosas,

creciendo en conocimiento,

puesto que al conocernos

nos reconocemos en nuestra historia

de afectos y familia,

siempre tan dispuesta a donarse

como a perdonarse,

a quererse como amarse de corazón.

 

El poder del espíritu

es lo que nos mueve y remueve el alma,

el que nos hace amar el bien

y aniquilar el mal,

desearlo y buscarlo por doquier,

pues en esta mansión

de fortaleza, todo es gratuidad

y gratitud,  claridad y clarividencia,

aura de refrigerio,

y viento que nos alienta.

Seamos la esencia que reaviva,

la sustancia que reconforta.

 

Pobre del cuerpo que camina

con el ánimo triste,

ya que la energía gozosa

es aquella que nos hace fecundos,

una fertilidad que nace de la acción;

y, así, hemos de ser para el mundo

el abrazo de una mesa compartida,

auspiciada por la caricia

del amor de Dios,

siempre protectora y al encuentro

de una esperanza que nos resucita,

pues un andar reanima otro andar.

 

                   *Víctor Corcoba Herrero, 30 de abril de 2016.

 

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