Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 42. Otoño-2015

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Soplar un vulano

El aroma afrutado del silencio

La Loma del Royo

Miro fijamente el Cielo

A Marcel Schwob

El uro

Lo que decía el poeta

Quiero ser una palabra en tu boca

Acerca del camino

Al señor Santiago

Cuerpos sin alma

El amor no se apodera de nadie

Oración a Nuestra Señora de la Vega

Saciarme en su luz

Salvado por la esperanza

Uno tiene que sentirse feliz por sí mismo

 


Colaboraciones

Gato negro

 


Noticias

Premios de poesía octubre-noviembre 2015

 


Colaboran en este número

 


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El amor no se apodera de nadie*


 

Nadie, sí nadie puede apoderarse de nadie.

Y menos por amor, que amar es donarse.

Quién es quién para concederse ser dueño.

 

Me asustan los poderosos que se apoderan

del futuro de los frágiles y les roban

el presente para que no vayan hacia delante.

 

Una vez recorrido el camino nada vuelve

a ser lo que fue, el pasado ya no regresa,

sólo permanece el amor con sus recuerdos.

 

En la memoria cohabitarán interrogantes,

sobre lo que pudo haber sido y no fue,

o sobre lo que fue y pudo no haber sido.

 

Duerme con  el pensamiento de la muerte,

la esperanza de una existencia inmortal,

donde el amor es pasión que nunca expira.

 

¿Qué es la muerte, sino el trampolín

a una vida en verso, a una existencia

en armonía, a un vivir sin ser del mundo?

 

Necesitamos crecer, para ser algo en alguien.

Precisamos sentir, para estar seguros del yo.

Requerimos amar, para no morir jamás y ser.

 

Todo esto, prueba la presencia del Creador.

La coexistencia de su verbo que nos envuelve.

Y aunque se eterniza callado, todo es por Dios.

 

Pues cuando todos nos dejen y se vayan,

nos quedaremos a solas, junto a su silencio,

trazando el poema que aún no hemos escrito.

 

Dios que es amor, sabrá de nuestro amor.

Verá nuestras manos y nuestros labios,

si existieron por sí y para sí, y para los demás. 

  

                   *Víctor Corcoba Herrero, 30 de junio de 2015 .

 

 

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