Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 67. Invierno-2022

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinador: Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Dejar (I)

Dejar (2)

Aroa

El pecho dolorido

Soneto XVIII

Soneto XIX

Soneto XX

Caminar juntos

Con todo lo que somos, seamos hermanos

El ser humano ha de encontrar el ser

El ser que soy en camino

La sagrada huella de un corazón

Nada de pereza

Tiempo de peregrinaje

Perseverando

Vértigos

Navidad 2021 (video poema)

 


Colaboraciones

Un poema


Noticias

Certámenes de poesía octubre-diciembre-2021

 


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Perseverando*


  

   

  Muerde obstinada la tristeza y la muerde fieramente,

Como el viejo lebrel, roe y muerde los duros huesos

De su soledad, ese intenso solar que agranda la noche.

 

  Mis añoranzas persisten, dando traspiés, unas tras otra,

Buscando los bellos momentos, cual ese fino collar de jade,

 Mas, un tiempo canoso, poco apoco los fue deshilachando.

 

  La quise retener y se perdió entre un denso tapiz de niebla,

Ella dejó madurar mi amorosa ilusión en la rama de un cerezo,

Deseando que, al oler la corta vida de su flor esta alargara la mía

 

 Insistente, en un rincón de aquél añoso y solariego patio

Un colibrí, intentaba, alegre, beber en el cáliz de una rosa,

Pero huyó asustado, al ver dentro de él, la gota de una lágrima.

 

  En escena, el otoño, sonoro protagonista de alisios vientos

Y de luces caprichosas, las divas, las hojas, víctimas danzantes,

Gimiendo en continuo drama, tras el sucio telón de los charcos.

 

  En los cielos, retumba el bronce de los viejos campanarios,

como centinelas, parejas de cigüeñas, desde las altas espadañas

miran a la gente, procurando entender a estas hormigas sin alas.

 

  Atardece en el largo agosto, unos zagalejos se bañan en el rio,

Hacen mil piruetas en el agua, ajenos al revoloteo de una luna

Que busca entre los juncos de la orilla, a un lucero adormilado.

 

  Jaenero monte de Jabalcúz, por tus volcánicas piedras subí, con mi mochila de sueños, en tu cima sentí henchirse mi pecho de paz,

Aunque en mis manos noté, largos ramalazo de nubes moradas ...

 

                *Manuel Ángel Pérez del Moral.

 

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