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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Tao*
La noche ensombrece
los contornos del día.
El día alumbra los huecos
de la noche.
El duermevela es
una vigilia intercadente.
El despertar es
un amanecer inconsciente;
pues la vigilia nos enseña
que la noche penetra por
los intersticios del día,
camuflada en ensoñaciones.
Del mismo modo que
el día se intercala en los insomnios
durante la noche.
No hay blanco total,
ni negro absoluto.
Cuando nos percatamos que
la vida es un yin-yan,
cada ser humano se transmuta
en Tao.
*Juan Manuel de Faramiñán Gilbert.
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