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 Claustro Poético Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 72. Primavera-2023 Asociación Cultural Claustro Poético 
 Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo Coordinador: Juan Antonio López Cordero | 
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 | Con Jesucristo del principio al fin* 
 (Hallándose con Jesús, cada vez que el sol traspasa el cielo, todo es gozo y benevolencia, no hay vacío interior, únicamente palpita el entusiasmo por hacer el bien y deshacer el mal. No en vano, alumbra gloriosa la cruz de Cristo, hasta el punto que la misma palabra se hace biografía y la propia vivencia nos llena de esperanza, contra nuestro pesar). 
 
 I.- ANTE LA DULCE SENSACIÓN Y CON LA TRANQUILIZADORA ALEGRÍA DE VIVIR 
 En toda savia está la eterna novedad, de vivir y de desvivirse por caminar, recorriendo espacios de todo calado, con el consabido cauce de tristezas, que se diluyen a la luz de la verdad. 
 Tras los mil tormentos de la noche, se acercan los fervorosas regocijos, y se alejan los despechos hallados; con la obra que se encarna en amor, y que respira un esplendoroso obrar. 
 Encadenarse al júbilo del donarse, es lo que infunde gran satisfacción, que junto a la dicha de sentirse vivo, está la virtud de renovarse y no morir, y de ponernos en camino cada aurora. 
 II.- BAJO LAS SENDAS HUMILDES, PARA CONOCER Y RECONOCER AL SALVADOR 
 Sus verdaderas rutas son de aliento, nos amó y se entregó por nosotros, nos llenó de paz y nos lleva a Dios, nos libró del mal y nos dio el bien, pues en el amar está el reverdecer. 
 Reconocerse pecadores es un don, es la primera señal hacia adelante, para reflexionar y encauzar pulsos, que nos muevan a unir corrientes, ante el árbol de la cruz liberadora. 
 Lo vital es revivir cada amanecer, dominarse a sí mismo y corregirse, advertirse de las miserias vertidas, hasta avergonzarse interiormente, y mostrarse pesaroso de los pasos. 
 
 
 III.- PORQUE CON LA MIRADA DEL UNIGÉNITO, NADA PERECE Y TODO REAPARECE 
 El fuego imaginativo del Mesías, te conduce a recrearte y a crecer; te hace sentir tan fuerte como ágil, verificar que Él te ama y te busca, que da el valor justo para seguirle. 
 Los ojos del Redentor nos elevan, sólo hay que ponerse en escucha; su propia efigie estimula a verse, a no dejarse coger por lo frívolo, que es lo que confunde y hunde. 
 Despojémonos del aire mundano, vivamos las perspectivas celestes, pongámonos vigilante a su mirar; tomemos la presencia de su caricia, el verso interminable hecho vida. 
 *Víctor Corcoba Herrero, 17 de septiembre de 2022. 
 
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